‘Recetas’ que podemos aplicar a la hora de enfrentarnos a un proyecto mediano o grande, y aumentar las posibilidades de éxito en el reto de completarlo…

1- Sé Proactivo por encima de todo
Para ejercitar el espíritu proactivo:

  • El éxito y la solución están en la acción. 
  • La clave de la acción solo la tienes tú. 
  • Visualiza el beneficio y resultado de tu acción.
  • No esperes a que alguien venga, hazlo ahora.

2- Divide el proyecto en fases y visualízarlo en conjunto
Planifica a largo plazo, planea y concreta a corto plazo. Especialmente recomendable para proyectos de tamaño medio o grande es dividir o “trocear” el proyecto en fases, en pasos que hay que dar uno-a-uno para lograr completarlo. Obsérvalo y contémplalo en su conjunto pero concéntrate sólo en cada una de las fases.

3- Asegúrate que los demás están contigo
Si estás en un equipo asegúrate que todos “habláis el mismo lenguaje”, que los objetivos comunes están claros y bien asignados, que todos vais a trabajar por el proyecto. Tenéis que “pedalear” juntos y con el mismo ritmo. Si tienes a tu lado un compañero que parece no pedalear con el resto del equipo, lo peor que puedes hacer es excluirlo, criticarle o ponerle zancadillas. Eso NO lo hace la persona proactiva, seguro. Pon todos tus medios para que se sume al equipo, convierte su pasividad en proactividad y habrás sumado un elemento valioso al proyecto, tendrás más posibilidades de éxito.

4- Haz un seguimiento diario y semanal
Dedica tus últimos diez minutos de tu jornada diaria de trabajo a evaluar tanto los objetivos fijados como los próximos que has de completar. Dedica 5-7 minutos a evaluar tus progresos en el día. Identifica los problemas para tratarlos y remediarlos, bien evitándolos o bien con una respuesta eficaz. Y luego dedica los otros 3-5 minutos a echarle un vistazo a los objetivos del día siguiente. Se trata de un vistazo rápido de lo que tendrás que hacer mañana. De forma complementaria, reúnete con tu equipo para aseguraros que todos estáis pedaleando hacia el mismo sitio y con la misma velocidad, por seguir con la metáfora anterior.

5- Reuniones efectivas por encima de todo
Hay que hacerlas, con relativa frecuencia, siempre y cuando sigamos una serie de consejos:
• Intentad que sean cortas.
• Todos debéis llevar libreta y bolígrafo para tomar notas activamente.
• Que todos los asistentes sepan, de antemano, de qué se va a hablar y tengan preparada su intervención o los detalles que tengan que proporcionar.
• Fijad objetivos y asignar responsabilidades para los siguientes días o semana. A la salida cada uno tiene que saber qué ha de hacer, cuándo, cómo y qué necesitará.
• Si hay que corregir o llamar la atención sobre algo, hacedlo con la proactividad como bandera.
• Analizad juntos las dificultades o problemas. Cuál es su causa, dónde o quién tiene la solución.
• Valorad durante unos instantes lo conseguido hasta ahora.

6- Afronta las crisis o imprevistos como algo normal
Antes de iniciar el proyecto toma conciencia de que habrá problemas, tal vez muchos. Llegarán y tienes que asumir que forman parte del juego. Lo primero que debemos hacer es intentar minimizar los imprevistos. Rodéate de toda la información que necesites, revisa los objetivos del día siguiente. Si ves que algo está fallando. NO esperes a que llegue o se produzca, NO esperes a que la otra persona de el paso por ti, adelántate y ponle freno a la dificultad antes de que se convierta en problema.

7- Haz una pausa, regálate algo de ocio
En la medida de lo posible dedícate una tarde o un día completo a tu ocio, a hacer algo divertido y sobre todo totalmente diferente a tu día a día. Rompe con la rutina pero para hacer algo entretenido y estimulante, no te limites a tirarte en un sofá a dormir.

8- Saborea tus progresos, el camino recorrido
A medida que los “meses”, las fases, van avanzando, es importante tomar conciencia de lo conseguido hasta ahora. Muchas veces, la energía o motivación que nos puede faltar, está ahí, en observar, visualizar y saborear lo logrado y conseguido hasta el momento.

9- Si te «falta» la inspiración, ¡búscala!
No todos los días de la semana tenemos la misma energía, motivación o inspiración. La persona pasiva se sienta en su silla lamentándose de que “tiene un mal día”. La proactiva intenta revertir la situación, de
inmediato. Si la inspiración no viene a mí, soy yo el que va a buscarla.

10- Tormenta de ideas como parte del éxito
Planea sí, planifica sí, pero reserva un espacio privilegiado a la creatividad que nace del día a día, a veces la
improvisación, de lo inesperado. De lo que va surgiendo “mes a mes”, fase a fase. Y si todo falla, si todo parece desmoronarse… vuelve al punto número uno, la Proactividad.

Autor: Berto Pena
Fotografía original: http://www.sxc.hu/photo/1095383/?forcedownload=1
URL original: http://thinkwasabi.com/2009/05/claves-proyecto-exito/
Próximo domingo: 6 hábitos para tener éxito en tu día

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí